REFLEXIONES SOBRE ARTE: JUST ART

22 de mayo de 2013



El dolor desfigura el rostro, en una mezcla de terror y ansiedad, la ansiedad que genera al artista su visión del mundo. Este Estudio posterior a Velázquez del retrato del Papa Inocencio X ( Francis Bacon,1953) retoma el motivo del grito humano evocando El Grito de Munch, un gesto fruto del desasosiego y de la desazón que se convertiría en la quinta esencia del Expresionismo y que perfectamente hoy podríamos aplicar al mundo que nos rodea. 

Una obra llena de fuerza e intensidad, extrapolable a nuestros días como muestra de la desesperación y la tensión que hoy nos invade. Éste es uno de los aspectos que hacen del arte algo tan mágico, tan profundo y  necesario al mismo tiempo, medio de expresión y generador de sensaciones, reflejo de la historia...una historia que muchas veces es tan desgarradora como este grito y en otras ocasiones tan bella como una pintura impresionista.

Ante esta obra, la ya desaparecida Margaret Thatcher, se refirió a Bacon como "el artista que pinta esos cuadros tan horribles" a lo que el pintor respondió que no eran sus cuadros los que eran horribles sino el mundo que los políticos habían creado.



Fuente: Will Gompertz. ¿Qué estas mirando?

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